lunes, 16 de abril de 2012

Madrinas...

Con este post inauguramos una sección que llamaremos “protocolo”, aunque en caso de la madrina el protocolo se flexibiliza bastante con respecto a lo que se puede (más bien “debe”) y no hacer. No cabe duda de que en la boda la novia (y no digo “los novios”, porque realmente para el novio, pobrecito, se mira poco…) es la principal protagonista, pero le sigue de cerca y cada vez más la madrina

Elia Sills

La madrina suele ser tradicionalmente la madre del novio y su papel en la ceremonia es mucho más significativo que el de cualquier otra invitada.
Será la madrina quien, del brazo izquierdo del novio, haga la entrada en la iglesia una vez los testigos (del novio a la derecha del altar, y de la novia a la izquierda) y el resto de invitados se hayan situado (hay regiones en las que son los novios los que entran en la iglesia en primer lugar pero a mi personalmente me parece mucho más bonito y elegante que los novios entren con la calidez de una iglesia llena…). Una vez ante el altar la madrina se situará a la izquierda de la novia.

Madre de Javier Fernández, marido de Cristina Hidalgo, perfecta

A la salida son los novios los que salen juntos, y la madrina sale del brazo del padrino (habitualmente el padre de la novia) a continuación de los recién casados.
La madrina suele ir de largo aunque la boda sea de mañana (según el protocolo, es la única a la que le está permitido hacerlo a esas horas, puesto que el resto de invitadas deberían ir de corto), y además, puede llevar un vestido de cualquier color a excepción del blanco (en todas sus variantes), con el fin de no restarle protagonismo a la novia. Sobre colores no hay nada escrito pero hay ciertos tonos que son claramente tendencia: azul pavo, Burdeos (en bodas de invierno), rojo, coral, rosa palo y empolvados.



Madre de Jorge Benguria con un tocado ideal

Personalmente nos encantan las madrinas con mantilla (ninguna invitada debería tocarse con una mantilla si la madrina no la lleva). El color de la mantilla más habitual es el negro o incluso el crudo aunque hay quien se atreve con otros colores (cosa que, en nuestra opinión es un error). Una mantilla bien colocada (con su peineta y broche en su sitio) es un acierto, pero si no se coloca bien es un fracaso estrepitoso…

Carmen Tello, acertadísima con esos guantes


Madre del nieto de la Duquesa de Alba, muy apropiada

Nati Abascal...siempre impresionante


Para las que no se atreven con mantilla, lo ideal es un tocado, y con licencia para todo en lo que a tamaño se refiere…en El Desván hemos hecho tocados maravillosos para madrinas elegantísimas de bodas a cualquier hora del día. Otra opción es la pamela, pero aunque el protocolo no dice nada al respecto, las pamelas nos gustan más en las invitadas (eso sí, en bodas de mañana únicamente).

Ana Rodríguez en la boda de su hija Amalia, no era madrina pero el outfit es ideal para serlo


Seguiremos hablando de protocolo en otros posts…si es que os parece interesante.

Un abrazo!!!!

2 comentarios:

  1. Nos encantaría hacerte un tocado espectacular para cada una de las bodas de tus hijos...te imaginas Tábata?? Un abrazo desde nuestro Desván

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